Avances y limitaciones capitalinas.
Pese a que los esfuerzos por mejorar la movilidad y el sistema de
transporte público (Transmilenio e SITP), mediante la unificación del sistema
de recaudo en las troncales, es decir, la posibilidad de acceder a ellas con
cualquiera de las tarjetas monedero (Tu llave verde, Cliente Frecuente Roja, Monedero
Azul). Resulta discutible e incluso repróchable que el sistema de transporte no
se haya pensado desde los inicios bajo un solo sistema de recaudos, incluso
desde la discusión ambiental, la inútil
e innecesaria producción de dichas tarjetas plásticas representa un riesgo para
la contaminación, en el momento de su desecho, y refleja las discusiones y
conflictos de intereses dentro de la administración pública.
Igualmente aunque se realicen las modificaciones en el sistema de
recaudos, los usuarios siguen presentando quejas en relación a la velocidad,
tanto del servicio cómo en la facilidad para la movilidad dentro de las
troncales y en la medida de que no en todas las estaciones se encuentra la
disponibilidad para realizar bien sea la recarga de la tarjeta Tu Llave o para
la interacción con el torniquete.
Entre tanto la administración pública realizó la intervención de poco
más de 19.000 huecos presentes en la malla vial, particularmente en la
localidad de Kennedy, lo cual sólo cubre el 12% del arreglo de la malla vial,
aunque ello no sea suficiente dadas las necesidades de la capital y que aún
falte el 52% de los arreglos; esto puede entenderse cómo secuelas de los
carteles de la contratación, los rezagos de las anteriores administraciones públicas
y las dificultades propias en la infraestructura capitalina.
No es un secreto que el mal de la corrupción y la imprudencia de los
usuarios han sido ejes transversales en la construcción y la discusión de la
movilidad en la capital, aspectos como las riñas entre conductores, las
perdidas en los dineros de las arcas públicas, así como la falta de
rigurosidad, efectividad y control sobre los proyectos públicos ha propiciado
vacios, que no sólo son los causantes en la aparente lentitud al realizar las intervenciones
o mejoras necesarias, sino que también los conflictos de intereses privados se
ven reflejados tanto en la administración pública, ejemplo de ello que sean
varias empresas las encargadas de los recaudos en el sistema Transmilenio o
qué, dada la imprudencia de algunos usuarios de automotores, la accidentalidad
sea una temática cotidiana en los medios de comunicación y se estime que al
menos cada tres días fallezca un motociclista.
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