jueves, 22 de mayo de 2014

CONCLUSIONES FINALES



¡ASÍ QUEDÓ LA CUESTIÓN! Como alumnos de segundo semestre de ciencias sociales y humanas, el periodo de observación al que tuvimos acceso desde las respectivas coyunturas distritales ha sido una experiencia, que más allá convertirse en un resumen semanal de noticias o un parafraseo de la opinión mediática respecto a la situación, se ha constituido como
una oportunidad para aprender a analizar de manera crítica y utilizando herramientas no-convencionales dentro del ámbito estrictamente académico, la realidad que nos rodea y de la que hacemos parte. Esta oportunidad nos ha acercado, al menos en una mayor medida, a los impedimentos, retos y conflictos que se tejen dentro de la coyuntura asignada, pero además, cada uno de estos focos de atención y su posterior difusión en clase o a través de los respectivos Blogs, ayuda en la construcción de una imagen más panorámica y cercana a la realidad de la ciudad en la que pasamos la mayor parte del tiempo, pero que apenas y conocemos.

En nuestro caso, la posibilidad de observar minuciosamente las dinámicas y los conflictos que
parecían repetirse en el sector educativo distrital, nos han permitido establecer una especie de parámetros sobre los que construir una opinión crítica respecto a la forma en que la educación ha sido entendida por el estado, el sentido, al intención y la dirección de las políticas. Más allá de establecer estas constantes, el observatorio semanal nos brinda la oportunidad de formular, desde nuestra perspectiva y basadas en el análisis, posibles soluciones a estas tensiones constantes. Así, a continuación, expondremos de manera concisa ¿cuáles creemos que han sido estas constantes?, ¿qué medidas podrían ayudar en la construcción de una solución definitiva?, y de no tomar medidas, ¿Cual es el futuro de la esfera educativa en Bogotá?

En primer lugar, respecto a las constantes, calidad y cobertura se posicionan como temas y propuestas centrales dentro de las políticas formuladas desde las instituciones encargadas del sector educativo distrital y nacional. Así, la secretaría de educación y el ministerio de educación, suelen realizar gran cantidad de convocatorias destinadas a facilitar el acceso a la educación como son las becas, créditos y convenios para poblaciones en posición vulnerable, gratuidad educativa para sectores marginales de la población capitalina, entre otra medidas. Sin embargo, hemos notado que aunque todas las medidas que se han tomado propugnan por una ampliación de cobertura; la calidad se ha visto seriamente comprometida y prueba de esto son los pésimos resultados en las prueba PISA obligatorias generales y optativas específicas, de las que tanto se habló en su momento.

Así mismo, la inclinación a pensar que una mejora en la calidad educativa se puede dar en la medida que en el proceso de privatización del sector se dé, se erige como otra constante que perjudica a la formación de la población Bogotana. Tan solo, como un ejercicio de memoria, la problematica en la concesión de contratos hacía colegios privados argumentando una falencia de infraestructura o una deficiencia en la calidad del servicio que prestan instituciones de educación pública, es sólo uno de los muchos casos donde esta constante se hace evidente. 

Por otro lado, el concepto de calidad que suelen manejar estas instituciones, tiende a discriminar elementos que deberían ser incluidos, que van más allá de lo estrictamente académico, pero aportan significativamente en la formación personal del alumnado. Tales son los casos de la existencia de vandalismo, microtráfico y discriminación por parte de maestros y estudiantes dentro de las aulas de clase. 

Cada una de estas constantes nos ayuda a comprender el carácter estructural de la “crisis” educativa, y se contrapone a la idea de que la educación pasa por una “crisis” momentánea que surge a raíz de un mal gobierno, una problemática específica y demás explicaciones, que no corresponden a la situación real, a la problemática estructural que vive la educación nacional y Bogotana. En este punto, es prudente preguntarse acerca de la prioridad que le otorgan los gobiernos a la educación 

En este sentido, aunque son muchas las problemáticas fruto de estas constantes y otras -tal es el caso de las deficiencias en inclusión, la deserción escolar, el matoneo, la escasez de actividades culturale
s dentro de la formación académica, etc.-, el tiempo de observación que hemos tenido para emitir una conclusión respecto a la situación actual de la educación en Bogotá es demasiado corto y dicha conclusión debería sustentarse exclusivamente en las 10 semanas de seguimiento y 2 acercamientos a campo; también debería entenderse como una conclusión que se refiere, como ya se ha mencionado, a una problemática coyuntural, que da pistas para acercarse al problema de raíz, estructural, generador de las problemáticas coyunturales. En este sentido, podemos concluir que es común encontrar situaciones donde los distintos entes gubernamentales distritales y nacionales encargados del área de educación, suelen encaminar los planes de acción hacia espacios específicos, dejando de lado diversidad de problemáticas, aparentemente sin conexión, que terminan en una visión borrosa del panorama educativo, una visión que dificulta el proceso de mejoramiento en la Educación.

Teniendo en cuenta lo anterior, para finalizar, es importante mencionar que, si bien el problema en la educación es de orden estructural y no coyuntural, la inestabilidad política que se presentó durante el primer semestre del 2014, afecta de manera directa la forma en que las políticas y los planes de desarrollo con respecto a cada una de las áreas de desarrollo de la capital, incluida la educación, se llevaron a cabo. La eficacia, la pertinencia y la inmediatez o no, con que se desenvolvieron son cuestiones que tienen que analizarse. ¿Hasta dónde, los intereses políticos pueden superponerse al bienestar capitalino? ¿Qué efectos trae consigo este tipo de enfrentamientos para el sector educativo? pero además, ¿Que nos espera tras las campañas electorales?

Respondiendo a esta última pregunta, y encaminadas tal vez a expresar nuestro dictamen de lo que le espera a la educación en Bogotá tras una breve exposición de nuestras conclusiones; es pertinente hacer un resumido análisis sobre la manera en que se han llevado a cabo las campañas electorales, teniendo en cuenta que muchas de estas hacen énfasis en una mayor inversión para la educación. De acuerdo con las pasadas elecciones del Congreso y los resultados que se dieron, existe la posibilidad de que se presente la reelección del presidente Santos o por otro lado nuevamente tome fuerza el partido Centro Democrático y su candidato Oscar Ivan Zuluaga, quien propone destinar el presupuesto asignado al conflicto armado a una mejor educación y calidad de vida en las zonas más vulnerables; por otro lado el presidente Santos integra en su plan de gobierno la propuesta de mayor inversión en la educación lo cual anteriormente era destinado a la guerra interna, dando por hecho que se lleva a cabo un acuerdo favorable en el proceso de paz. 

Es pertinente decir que llegado el caso que se tome el camino de la reelección, la educación se vea afectada ya que el presidente Santos durante este año ha demostrado sus intereses políticos y desequilibrados que se basan en dos puntos que son: el proceso de paz y la apertura económica del país con el extranjero, dejando de lado coyunturas que si bien no son de la magnitud del tema del conflicto armado colombiano, son igualmente esenciales para pensarse un país en pro del desarrollo y una mejor cultura ciudadana. El caso del paro agrario muestra que no se le invierte a la capacitación del sector agropecuario, la educación no se toma como base del país para poder competir internacionalmente, en otros niveles como lo es el económico. Por otro lado en caso de que la mayoría de votos esten a favor de Zuluaga, de igual forma la educación se verá afectada puesto que las propuestas de este candidato son la continuación del gobierno del ex presidente Uribe, por lo cual podemos suponer que la inversión del presupuesto nacional que se destinará al sector bélico seguirá siendo mayor que aquel destinado a la implementación de una educación encaminada a la inclusión, la cobertura y sobre todo, la excelencia; además, podemos suponer que como fruto de este presupuesto escaso las propuestas de privatización se verán como la única salida frente a la “incapacidad” del Estado -Reflejado en el gobierno distrital y nacional- para solventar los gastos que implica el sostenimiento del sistema educativo.

Todas estas situaciones contribuyen, finalmente, a perpetuar las situaciones de desigualdad y segregación que se han denunciado a través de las bitácoras. El futuro de la educación parece desalentador, sin embargo, y como lo hemos mantenido a lo largo de las publicaciones, en el compromiso y la conciencia política y social está, si no la solución, al menos sí un gran avance que nos acerca a ella. Consideramos que es el momento para tomar conciencia del papel que desempeñamos como ciudadanos, padres, madres, abuelxs, hijxs, y estudiantes, solo está concientización podrá hacernos capaces de realizar críticas al sistema educativo del que hemos hecho parte en algún momento de nuestra vida, críticas basadas en el análisis de la realidad inmediata, en las necesidades que no están siendo solventadas. La educación es cuestión de todos y todas, no podemos seguir siendo la sociedad del conformismo y del “al menos”, no más. A estudiar, analizar, exigir, construir y disfrutar.

Ha sido para nosotras un placer compartir este espacio con todos ustedes, ¡Hasta siempre! ★

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