jueves, 25 de mayo de 2017

¿CÓMO QUEDA LA MOVILIDAD EN BOGOTÁ?


Durante los últimos cuatro meses de investigación en torno a la movilidad y el transporte de Bogotá, el grupo pudo dar cuenta de lo complejo y extenso que es este tema, además de todo el entretejido que se tiene con la comunidad, las diferentes entidades encargadas, la infraestructura y demás factores que influencian de alguna manera.



¿Cómo queda Bogotá? vemos múltiples iniciativas y campañas que se llevaron a cabo por parte de la Alcaldía Distrital en pro de la cultura ciudadana y la inteligencia vial, como lo fueron los conos para los mal estacionados, el mes de la moto; concientizando a aquellos que se movilizan en estas,  del número elevado de siniestros en las vías, campañas que buscan la reeducación de una sociedad con un entretejido social bastante fragmentado como: “Bogotá te doy mi palabra” o “el pato lo pagamos todos” que pretende reducir y concientizar a los usuarios de transmilenio del riesgo que se tiene al entrar al sistema por lugares no autorizados, además de las repercusiones que trae el no registrar el número real de personas que hacen uso del transporte, se suma a esto los espacios de ocio y esparcimiento para aquellas personas que son amantes de los medios de transporte alternativos, celebrando la ciclovía nocturna, el día mundial de la bicicleta pero también la feria automovilística.


Se hizo una  inversión elevada por medio de las entidades responsables para recuperar la malla vial y dar mantenimiento a la infraestructura de la ciudad, viendo así que por fin se acabaron grandes obras como la del eje ambiental que pudo descongestionar las estaciones de Aguas y Universidades, y la mega construcción del deprimido de la 94 que después de varios años se logró culminar, pero al cabo de unos días y con el primer aguacero, los ciudadanos pudimos evidenciar de qué calidad eran las 4 bombas que impedían su inundación.  


Aunque se vivieron espacios bastante agradables en pro de la restauración de la relación que tiene la ciudadana con la movilidad, estos últimos cuatro meses se caracterizaron por las protestas y los múltiples ataques en contra de Transmilenio, hechos que tuvieron como punto de partida el alza en los pasajes de $2000 a $2.200 en los buses rojos y de $1.700 a $2.000 en los azules. Sumándole a esto la baja en los subsidios de transporte a personas de escasos recursos económicos o con discapacidades. la unificación de las tarjetas, la erradicación de los Sitp provisionales, los daños que suman  millones de pesos en los arreglos de la infraestructura del sistema después de las protestas que terminaron en actos vandálicos. Además de los múltiples conflictos que se vivieron y se viven entre los taxistas y la plataforma Uber, un tema que creemos, la Alcaldía no ha tenido la mejor intervención para finiquitar los desacuerdos entre estos dos servicios importantes para la movilidad y  la convivencia en las vías.


En conclusión estos últimos 4 meses de investigación nos permitieron ver los factores decisivos de la movilidad, que no sólo depende de unos cuantos actores, sino que también los ciudadanos hacemos parte de esas variables que podrían llegar a mejorar esta movilidad tan fragmentada, aportando con nuestro respeto por el otro y por lo público, sin quitar responsabilidad a las entidades encargadas del tema, en cuanto a la infraestructura, la malla vial, la seguridad y demás. Los ciudadanos quedamos a la expectativa de las nuevas decisiones que tome la alcaldía y la Secretaria Distrital de Movilidad  en cuanto a las nuevas decisiones en  TransMilenio, el Sistema Integrado de Transporte, la regulación de Uber y el metro de Bogotá  

       

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